El golpe del Pirata fue contundente, goleada, dominio y buen rendimiento en casa.
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Lucas Zelarayán celebra su gol con la tribuna de fondo, en el Gigante de Alberdi lleno.
Por Agustina Peralta
Belgrano no dejó dudas. Venció 3-0 a Newell’s en el Gigante de Alberdi bajo una noche de gloria para el Pirata. Metió dos goles en momentos clave y desactivó el envión rojinegro con seguridad defensiva y contundencia ofensiva.
El Gigante de Alberdi fue una fiesta desde el inicio. Con el apoyo incesante de su público, el equipo dirigido por Juan Cruz Real salió decidido a imponer condiciones. A los 38 minutos, Francisco González Metilli aprovechó un error del arquero Juan Espínola y abrió el marcador con el arco a su merced.
Antes del descanso, Newell’s tuvo una chance clara para empatar: Thiago Cardozo atajó un penal clave y desató el delirio de toda la hinchada pirata.
En el complemento, Nicolás “Uvita” Fernández amplió la ventaja con una gran definición tras una jugada colectiva. Newell’s intentó reaccionar con cambios ofensivos, pero Belgrano controló los tiempos, manejó la pelota y mostró una solidez defensiva que no dio lugar a sobresaltos.
El cierre fue digno de postal: Lucas Zelarayán, ídolo y referente, selló el 3-0 con un zurdazo cruzado que infló la red y desató la locura en Alberdi.
Con esta victoria, Belgrano se afianza como uno de los equipos más fuertes en casa y estira su invicto en el Gigante. Por su parte, Newell’s acumula su segunda derrota consecutiva y deberá corregir rápido si quiere mantenerse competitivo.