El encuentro en Santa Fe comenzó con un ritmo lento, donde ambos conjuntos priorizaron el orden defensivo por sobre el riesgo.
Por Nair Legüizamon

El primer tiempo fue discreto, con pocas llegadas a los arcos y muchas imprecisiones en el manejo de la pelota. Unión intentó tomar el protagonismo, pero careció de profundidad en los metros finales. Barracas, fiel a su estilo compacto y solidario, se replegó y apostó a la contra, aunque sin generar peligro real sobre el arco de Nicolás Campisi.
En el complemento, el Tatengue de Santa Fe ajustó líneas y salió decidido a buscar el triunfo empujado por su gente. A los 25 minutos llegó la más clara del partido: tras una buena combinación por la izquierda, Franco Fragapane quedó mano a mano con el arquero y sacó un remate cruzado que terminó estrellándose en el palo.
Fue un grito ahogado para todo el estadio 15 de Abril, que ya se preparaba para festejar. Barracas Central respondió con algunos avances aislados, especialmente a través de Iván Tapia, pero no logró inquietar con claridad.
Con el correr de los minutos, el desgaste físico empezó a notarse y el juego volvió a caer en la monotonía del primer tiempo. Aun así, el cierre fue con Unión empujando, buscando ese gol que nunca llegó.
El pitazo final selló un empate sin goles, pero con diferentes lecturas: para Unión, el sabor agridulce de no haber podido ganar en casa, aunque con la satisfacción de quedar como líder; para Barracas, un punto valioso que lo mantiene firme en zona de clasificación y confirma su buen presente.
