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El Calamar derrotó a Huracán por 1 a 0 en el Estadio Madre de Ciudades y se consagró campeón del Torneo Apertura. El único tanto del partido lo convirtió Guido Mainero a los 63′.
En un primer tiempo más disputado que jugado, los dirigidos por la dupla Orsi-Gómez se mostraron intensos a través de su presión alta y verticales. Ronaldo Martínez como foco del juego directo y Vicente Taborda como conductor y lanzador fueron las principales armas del cuadro de Vicente López.
BATACAZO DE PLATENSE EN EL MONUMENTAL
Pese a su orden y disciplina, Platense tuvo problemas con los espacios a la espalda de Leonel Picco y Rodrigo Herrera. Estos espacios fueron aprovechados por Matko Miljević para recibir varias veces con libertad para girar. Los desbordes por derecha de Walter Mazzantti, superior en su duelo personal contra un Tomás Silva condicionado por una tempranera amonestación, fueron situaciones de peligro real que sufrió constantemente la visita durante los primeros 45′.
Con las salidas de un Augusto Lotti lesionado y de Silva por Ignacio Schor y Edgar Elizalde, la segunda mitad el conjunto marrón reaccionó. Con Leo Pérez asentado como único «5», Miljević retrasado como «8» y Gil subido como «10», Huracán tuvo más jugadores en el medio y, aunque sin mucha claridad, consiguió jugar más en campo contrario.
Sin embargo, en el mejor momento del rival, llegó el 0-1 a los 63′, un centro pinchado de Taborda que empeinó Nacho Vázquez, habilitó a Mainero que definió de volea con la zurda. A partir de ese momento, la dupla reorganizó al equipo en un 5-4-1 compacto para defender la ventaja mínima. En un clima tenso, y ante un oponente lanzado al ataque, las recuperaciones de Herrera y Picco fueron fundamentales para darle oxígeno al Calamar.
120 años tuvieron que pasar para que Platense consiguiera su primera estrella con este Torneo Apertura. Que este título haya llegado en el mismo lugar en el que la gloria se escapó frente a Rosario Central es una prueba más de que el fútbol siempre da revancha. El Santiagueñazo, protesta social en los 90′, es hoy una feliz realidad para todo el pueblo marrón. ¡Salud, campeón!
