En una noche cargada de tensión copera y sin un fútbol brillante, Racing no pudo imponer su juego en el Estadio Campeón del Siglo y terminó cayendo por la mínima ante Peñarol, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores 2025.
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Por Bruno Timonel
El encuentro fue cerrado, con marcadas faltas, interrupciones constantes y un desarrollo físico por encima del técnico. Racing mostró una versión muy por debajo de lo esperado: sin ideas, sin frescura ofensiva y con la sensación de un equipo completamente desconocido.
DURA ELIMINACIÓN DEL VERDINEGRO
La única diferencia llegó a los 77 minutos, cuando un centro aéreo desde la derecha encontró a David Terans en el área. La jugada se vio favorecida por una salida desordenada y fallida de Gabriel Arias, quien quedó mal perfilado en el intento de despeje. David Terans conectó de cabeza y colocó el balón al fondo del arco, desatando, con suspenso ya que la jugada se revisó en el VAR, la euforia en el pueblo carboneo.
Racing intentó reaccionar, pero los cambios, entre ellos el debut de Marcos Rojo, llegaron tarde y carecieron del impacto necesario para empatar el encuentro. La Academia nunca logró generar peligro profundo y se vio superada por la intensidad del rival, que defendió la ventaja con solidez y concentración.
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La sensación final fue preocupante. Un Racing sin intensidad ni precisión, sin respuestas desde el banco y casi irreconocible frente al equipo que lideró su grupo días atrás.
La serie sigue abierta, pero Racing está obligado a mostrar otro semblante cuando reciba a Peñarol el próximo martes 19 de agosto en el Cilindro de Avellaneda, si quiere mantener vivo el sueño de avanzar en la Copa Libertadores 2025.
