En una noche pasada por agua en Cali, Huracán consiguió un empate clave ante América que lo mantiene como líder del Grupo C de la Copa Sudamericana y le permite soñar con la clasificación directa a los octavos de final. El partido, disputado en el estadio Pascual Guerrero, terminó 0-0, pero dejó sensaciones encontradas: dominio local en el juego, firmeza defensiva visitante y una última jugada con un rebote que casi cambia el destino del encuentro.
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El conjunto colombiano fue claro dominador de las acciones y tuvo las chances más peligrosas, especialmente con un tiro libre de Juan Fernando Quintero que obligó a una gran intervención de Hernán Galíndez, figura clave en la noche caleña. Pese a su insistencia, el equipo local no logró quebrar la férrea defensa de un Huracán que priorizó el orden por sobre la creación.
El equipo de Frank Darío Kudelka alternó titulares y suplentes pensando también en su compromiso por los cuartos de final de la liga profesional frente a Rosario Central, pero cumplió con creces en un escenario complicado. Generó poco, pero supo resistir con inteligencia y entrega.
La más clara del partido llegó en el final, cuando un córner ejecutado por Quintero terminó con un rebote en Agustín Urzi que hizo estrellar la pelota contra el palo. En el rebote, Fabio Pereyra salvó en la línea ante el desesperado intento rival, que hasta había subido a su arquero a buscar el milagro.
Con este empate, Huracán se aseguró al menos un lugar en los 16avos de final.
La definición será el martes 27 de mayo. Huracán recibirá a Corinthians en el Palacio Ducó y necesita evitar la derrota para avanzar como primero.
