Por Zoe Cristofori

Estudiantes de La Plata cayó 2-1 frente a Boca Juniors en un partido cargado de emociones, polémicas y frustración.
El equipo de Eduardo Domínguez comenzó mejor, dominando la posesión y presionando alto, con un mediocampo que controló los tiempos gracias a Ascacíbar y Zuqui. Durante la primera mitad, el Pincha mostró más claridad colectiva, empujado por su gente y generando peligro por los costados con Godoy y Rollheiser. Sin embargo, no logró concretar las situaciones creadas, y esa falta de eficacia sería determinante.
El primer golpe lo recibió en el complemento: a los tres minutos, Zeballos aprovechó un descuido defensivo y puso el 1-0 para Boca. Lejos de caerse, Estudiantes reaccionó con carácter. Edwuin Cetré, el colombiano que siempre aparece en los momentos clave, provocó un penal y lo transformó con una definición exquisita, picándola ante el arquero para el 1-1 parcial. El estadio explotó, y el Pincha volvió a creer. Pero el envión se desvaneció con el paso de los minutos. Boca ajustó las líneas, Estudiantes perdió precisión en la salida y comenzó a sufrir en los retrocesos.
La expulsión de Neves tras una revisión del VAR condicionó el cierre del partido: con diez hombres, el local se vio obligado a resistir. En tiempo agregado, una desafortunada mano en el área derivó en penal para Boca, y Merentiel selló el 2-1 definitivo.La derrota dejó un sabor amargo en La Plata.
LEÓN HAY UNO SOLO
Estudiantes jugó con intensidad y actitud, pero pagó caro sus errores en los momentos decisivos. La falta de contundencia, sumada a la expulsión y a la eficacia rival, le impidieron sumar en casa. Ahora, el equipo deberá reponerse rápido si quiere mantener sus aspiraciones en el torneo.
