En el Tomás Adolfo Ducó, Huracán y Vélez Sarsfield protagonizaron un empate 0-0 que dejó sensaciones encontradas. Fue un partido intenso por momentos, con dos equipos que intentaron imponer su estilo, pero a los que les faltó claridad en los últimos metros para romper la paridad en este empate sin goles.
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Por Paloma Audano
El “Globo” intentó asumir el protagonismo desde el arranque. Con Leonardo Gil y Matko Miljevic en la creación, buscó darle dinámica al ataque, mientras que Rodrigo Cabral aportó velocidad por las bandas. La más clara de los locales llegó en la primera mitad con un remate de Cabral que pasó muy cerca del palo derecho de Marchiori, figura segura bajo los tres palos de Vélez.
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El “Fortín” se mostró más cauto, replegando en campo propio y apostando a las transiciones rápidas. La movilidad de Bouzat y las apariciones de Manuel Lanzini fueron las principales cartas ofensivas, aunque el equipo careció de precisión en los metros finales. La ocasión más clara llegó en el complemento con un disparo de Matías Pellegrini, que exigió a Galíndez para evitar el gol visitante.
Los cambios no modificaron demasiado el trámite: ambos equipos mantuvieron la intensidad, pero las defensas se mostraron más sólidas que los ataques. Pereyra en Huracán y Elías Gómez en Vélez fueron claves para sostener el cero en cada área.
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El empate dejó al Globo sin poder hacerse fuerte en casa y a Vélez con la sensación de que pudo haber hecho algo más para llevarse los tres puntos. Más allá del cero en el marcador, el partido entregó lucha, pierna fuerte y cierta intensidad, aunque careció de la cuota de fútbol y eficacia necesaria para romper la igualdad. Este resultado terminó siendo un empate sin goles que dejó gusto a poco para ambos.
En la próxima fecha, Huracán buscará revancha para sumar de a tres y no alejarse de los puestos de protagonismo. Mientras que Vélez intentará capitalizar este punto y transformarlo en un envión positivo de cara a lo que viene.
