Por Lucia Pizio

Año dificil para el Verde. Peleo el descenso y se salvo. El año dejo algunas buenas victorias.

Lo bueno:

Sarmiento garantizó su permanencia en la Primera División luego de vencer 2-1 a Instituto en noviembre, resultado que le permitió asegurarse un lugar en la Liga Profesional 2026. En condición de local, en el estadio Eva Perón, el equipo mostró un claro “techo defensivo”: no pierde en casa desde noviembre de 2024 y durante 2025 logró al menos una victoria —precisamente ante Instituto— además de varios empates. En ese contexto, hubo partidos en los que supo reflejar solidez y eficacia, como el triunfo 2-0 frente a Aldosivi, con goles de Joel Godoy e Iván Morales Bravo.

Sin embargo, los números generales de la temporada 2025 no fueron positivos. En la liga disputó 32 partidos, con un balance de 7 victorias, 14 empates y 11 derrotas, anotando 24 goles y recibiendo 36. Estas cifras evidencian una marcada dificultad ofensiva, con un promedio de gol bajo —cercano a 0,75 por partido— que le impidió construir ventajas claras. A su vez, sufrió derrotas contundentes, como el 5-0 ante Atlético Tucumán como visitante, que expusieron vulnerabilidades defensivas cuando no logró imponer su juego. En varios encuentros, además, terminó resignando puntos en empates que podrían haber sido victorias, reflejando un equipo sólido en defensa como local, pero con escasa ambición ofensiva. En ese marco, la temporada 2025 representó un año de supervivencia para Sarmiento.

¿El objetivo?

Asegurar la permanencia en Primera División, y se cumplió.

El rendimiento como local aparece como un pilar clave para sostener la categoría, aunque la falta de consistencia ofensiva y la irregularidad general, especialmente fuera de casa, le impidieron aspirar a metas más ambiciosas como la pelea en los primeros puestos o la clasificación a copas internacionales. De cara a 2026, el desafío estará en mejorar la producción ofensiva, generando más situaciones de gol y siendo más eficaz en el área rival. También deberá sostener el nivel defensivo que mostró como local y trasladar esa solidez a los partidos de visitante. Con la tranquilidad institucional que brinda la permanencia asegurada y sin la presión del descenso, Sarmiento tendrá la oportunidad de proyectar un equipo más competitivo y con aspiraciones de crecimiento.