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Barracas Central cerró su paso por el Torneo Apertura con una imagen desdibujada y una derrota contundente: 3 a 0 ante River en el Monumental. Sin alma, sin juego y con un ciclo que parece agotado, el equipo que dirige Rubén Darío Insúa fue superado de principio a fin por un rival que nunca le dio respiro.
Barracas Central sorprendió en Parque Patricios y se llevó una victoria valiosa ante Huracán
El inicio fue un resumen del presente del Guapo. A los 11 minutos, Paulo Díaz aprovechó una pelota suelta en el área para romper el cero sin resistencia. Barracas jamás logró acomodarse en la cancha. Ni reacción anímica, ni rebeldía táctica. Solo resignación.
Antes del descanso, Nacho Fernández marcó el segundo tras una buena jugada colectiva. Para entonces, ya era evidente que la noche sería larga. Barracas no mostró respuestas desde el banco, ni conexiones dentro del campo. La figura de Insúa lucía estática, como su equipo.
En el segundo tiempo, el Guapo apenas generó una chance aislada con un remate desviado de Barrios. Fue más producto de un error rival que de una intención clara. La pelota, mientras tanto, le pertenecía por completo al conjunto de Demichelis.
EL GUAPO NO ENCUENTRA EL RUMBO
A los 42, Marcos Acuña puso el 3 a 0 y cerró la historia. Un resultado que desnuda todas las falencias del equipo: poca generación, fragilidad defensiva y nulo peso ofensivo.
La eliminación no duele por lógica: duele por cómo. Barracas cerró el torneo sin identidad, sin rebeldía y sin una idea clara de juego. La continuidad de Insúa, que asumió con promesas de firmeza, ya está en entredicho. Será tiempo de barajar, cortar profundo y reconstruir desde los cimientos. Porque así, el Guapo solo sobrevive, pero no compite.