El Bosque volvió a rugir con su gente. Una victoria que vale más que tres puntos: vale aire, alivio y esperanza

Gimnasia volvió a sonreír ante su gente. El Lobo derrotó 2-0 a Vélez en el estadio Juan Carmelo Zerillo, en un partido correspondiente a la fecha 15 de la Liga Profesional. Con goles de Marcelo Torres y Jeremías Merlo, el equipo platense consiguió tres puntos vitales que lo alejan de la zona baja y lo mantienen con ilusión de meterse en la pelea por los playoffs.
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Desde el arranque, Vélez intentó imponer condiciones con mayor tenencia y circulación de pelota, pero le faltó profundidad y precisión en los últimos metros. Gimnasia, más directo y vertical, esperó su momento. A los 34 minutos del primer tiempo, Marcelo Torres aprovechó una pelota suelta en el área y definió con potencia para abrir el marcador y desatar el festejo en el Bosque.
En el complemento, el conjunto visitante buscó la igualdad con insistencia, pero chocó contra una defensa bien parada y un arquero seguro. Gimnasia respondió con transiciones rápidas, y a los 23 minutos del segundo tiempo, Jeremías Merlo amplió la ventaja con una gran definición tras una contra perfecta.
Con el 2-0, el equipo de La Plata manejó los tiempos y cerró el partido con autoridad. Vélez tuvo más la pelota, pero no logró transformarlo en peligro real. Gimnasia, en cambio, fue práctico, sólido y contundente.
Desde la mirada de Vélez, la derrota deja sensaciones amargas. El equipo tuvo pasajes de dominio y generó situaciones, pero volvió a mostrar una falta de eficacia que le costó caro. Las buenas combinaciones en el mediocampo no encontraron peso en el área rival, y la defensa sufrió cada vez que Gimnasia logró salir rápido. La falta de contundencia y la desconcentración en momentos clave se convirtieron en una constante que el cuerpo técnico deberá corregir para no perder terreno en la tabla.
El resultado deja a los de Méndez con una sonrisa grande: suman confianza, escalan posiciones y refuerzan la idea de hacerse fuertes en casa. Vélez, por su parte, se va del Bosque con la frustración de haber tenido la pelota, pero sin encontrar la fórmula para lastimar.
