Por la séptima fecha de la Zona A del Torneo Clausura en el Estadio Marcelo Bielsa, Barracas Central logró imponerse 2-1 frente a Newell’s Old Boys. Los goles fueron de Facundo Bruera e Iván Tapia, este último desde el punto penal tras una controvertida intervención del VAR.
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Por Nicole De Sena
La tarde comenzó con una atmósfera densa en el Parque de la Independencia. El Coloso Marcelo Bielsa se vestía de rojo y negro para intentar sacudirse la amargura reciente: la caída en el clásico rosarino aún calaba hondo en los hinchas leprosos, que colmaron las tribunas con la esperanza de una recuperación inmediata. Pero la jornada, lejos de brindar consuelo, terminaría dejando un sabor aún más amargo.
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Newell’s salió a la cancha decidido a imponer condiciones desde el primer minuto. El equipo de Mauricio Larriera mostró intensidad, presión alta y dinámica en los primeros compases del partido. Y esa ambición inicial fue recompensada rápidamente: cuando apenas corrían los primeros 10 minutos del encuentro, Carlos González aprovechó un descuido en la última línea de Barracas y, tras una buena maniobra individual, definió cruzado para abrir el marcador y desatar la euforia en las tribunas.
Parecía que la tarde se encarrilaba para la Lepra. Con el gol a favor, el equipo local ganó en confianza y manejó los hilos del juego durante buena parte del primer tiempo. Barracas, algo desconectado en ataque, se limitaba a resistir y buscar alguna respuesta a través de los pies de Iván Tapia, su conductor natural. Pero como tantas veces ocurre en el fútbol, la historia cambiaría su curso en cuestión de minutos.
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Ya en el complemento, el Guapo salió con otra actitud. Rubén Darío Insua ajustó piezas, adelantó líneas y encontró en la presión ofensiva una llave para comenzar a inclinar la cancha. El empate llegó a los 58′ tras un buen desborde por derecha y un centro preciso al corazón del área, Facundo Bruera anticipó a su marcador y conectó de cabeza para establecer el 1-1. Un baldazo de agua fría para Newell’s, que comenzaba a mostrar signos de incertidumbre.
El gol del empate encendió los nervios en el equipo rosarino. Los pases comenzaron a fallar, las decisiones se volvieron apresuradas, y Barracas aprovechó ese desconcierto para seguir presionando. Fue entonces cuando llegó la jugada que lo cambiaría todo.
Llegando a los 74′ un atacante de Barracas cayó tras un contacto leve con un defensor. El árbitro en primera instancia dejó seguir, pero ante los vehementes reclamos de los jugadores visitantes, fue convocado por el VAR para revisar la acción y tomando la decisión de sancionar penal. Iván Tapia tomó la responsabilidad y, con frialdad, engañó al arquero para marcar el 2-1. El silencio en el Coloso fue atronador. La bronca de los hinchas locales se convirtió en indignación.
Barracas se cerró bien en defensa, administró los tiempos y se llevó tres puntos de oro de Rosario trepando a lo más alto de la Zona A y soñando con pelear hasta el final el Torneo Clausura. Sin figuras rutilantes pero con un funcionamiento colectivo aceitado, el Guapo volvió a demostrar que no está en la conversación de los candidatos por casualidad.
Con este resultado el Guapo se trepa a la cima de la Zona A. Mientras, en Rosario el clima es cada vez más espeso, en una semana marcada por la derrota en el clásico ante Rosario Central y con el telón de fondo de las elecciones institucionales.
